Saturday, June 05, 2004

Nicolás Guillén's Politics of Language

Here are three powerful poems (from Obra poética, 1958-1972, Vol. 2, ed. Ángel Augier, La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1974) by Nicolás Guillén, the national poet of Cuba, about the politics of language. The poems challenge their implied audience -- who all know something about Caliban's curse ("You taught me language; and my profit on’t / Is, I know how to curse. The red plague rid you / For learning me your language," The Tempest, I.ii.365-367) -- to struggle against the use of language as an instrument of imperial class power and to win "the pleasure of going / (just an example) / to a bank and speaking to the manager, / not in English / not in 'Sir,' / but in compañero as we say in Spanish" ("I Have," trans. Robert Marquéz, ¡Patria o Muerte! The Great Zoo and Other Poems by Nicolás Guillén, New York: Monthly Review Press, 1972, p. 191):
  • Nicolás Guillén, "Canción puertoriqueña," La paloma de vuelo popular (1958)
  • ¿Como está, Puerto Rico,
    tú de socio asociado en sociedad?
    Al pie de cocoteros y guitarras,
    bajo la luna y junto al mar,
    ¡qué suave honor andar del brazo,
    brazo con brazo, del Tío Sam!
    ¿En qué lengua me entiendes,
    en qué lengua por fin te podré hablar,
    si en yes,
    si en sí,
    si en bien,
    si en well
    si en mal,
    si en bad, si en very bad?

    Juran los que te matan
    que eres feliz . . . ¿Será verdad?
    Arde tu frente pálida,
    la anemia en tu mirada logra un brillo fatal;
    masticas una jerigonza
    medio española, medio slang;
    de un empujón te hundieron en Corea,
    sin que supieras por quién ibas a pelear,
    si en yes,
    si en sí,
    si en bien,
    si en well,
    si en mal,
    si en bad, si en very bad!

    Ay, yo bien conozco a tu enemigo,
    el mismo que tenemos por acá,
    socio en la sangre y el azúcar,
    socio asociado en sociedad;
    United States and Puerto Rico,
    es decir New York City with San Juan,
    Manhattan y Borinquen, soga y cuello,
    apenas nada más . . .
    No yes,
    no sí,
    no bien,
    no well,
    sí mal,
    sí bad, sí very bad.
  • Nicolás Guillén, "Tengo," Tengo (1964)
  • Cuando me veo y toco
    yo, Juan sin Nada no más ayer,
    y hoy Juan con Todo,
    y hoy con todo,
    vuelvo los ojos, miro,
    me veo y toco
    y me pregunto cómo ha podido ser.

    Tengo, vamos a ver,
    tengo el gusto de andar por mi país,
    dueño de cuanto hay en él,
    mirando bien de cerca lo que antes
    no tuve ni podía tener.
    Zafra puedo decir,
    monte puedo decir,
    ciudad puedo decir,
    ejército decir,
    ya míos para siempre y tuyos, nuestros,
    y un ancho resplandor
    de rayo, estrella, flor.

    Tengo, vamos a ver,
    tengo el gusto de ir
    yo, campesino, obrero, gente simple,
    tengo el gusto de ir
    (es un ejemplo)
    a un banco y hablar con el administrador,
    no en inglés,
    no en señor,
    sino decirle compañero como se dice en español.

    Tengo, vamos a ver,
    que siendo un negro
    nadie me puede detener
    a la puerta de un dancing o de un bar.
    O bien en la carpeta de un hotel
    gritarme que no hay pieza,
    una mínima pieza y no una pieza colosal,
    una pequeña pieza donde yo pueda descansar.

    Tengo, vamos a ver,
    que no hay guardia rural
    que me agarre y me encierre en un cuartel,
    ni me arranque y me arroje de mi tierra
    al medio del camino real.
    Tengo que como tengo la tierra tengo el mar,
    no country,
    no jailáif,
    no tennis y no yacht,
    sino de playa en playa y ola en ola,
    gigante azul abierto democrático:
    en fin, el mar.

    Tengo, vamos a ver,
    que ya aprendí a leer,
    a contar,
    tengo que ya aprendí a escribir
    y a pensar
    y a reír.
    Tengo que ya tengo
    donde trabajar
    y ganar
    lo que me tengo que comer.
    Tengo, vamos a ver,
    tengo lo que tenía que tener.
  • Nicolás Guillén, "Problemas del subdesarrollo," La rueda dentada (1972)
  • Monsieur Dupont te llama inculto,
    porque ignoras cuál era el nieto
    preferido de Víctor Hugo.

    Herr Müller se ha puesto a gritar,
    porque no sabes el día
    (exacto) en que murió Bismarck.

    Tu amigo Mr. Smith,
    inglés o yanqui, yo no lo sé,
    se subleva cuando escribes shell.
    (Parece que ahorras una ele,
    y que además pronuncias chel.)

    Bueno ¿y qué?
    Cuando te toque a ti,
    mándales decir cacarajícara,
    y que dónde está el Aconcagua,
    y que quién era Sucre,
    y que en qué lugar de este planeta
    murió Martí.

    Un favor:
    que te hablen siempre en español.

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